Bienvenidos y bienvenidas a La glosa fagocita, el blog de Vitruvian Life Sciences Translations escrito por Mónica Caldeiro. Esta primera entrada que vais a leer pretende explicar el propósito de este blog y por qué he escogido para él este nombre.
Vitruvian Life Sciences Translations nace de la necesidad de comprender la lengua como una ciencia y la ciencia como un arte. En el pasado, grandes seres humanos han sido científicos, médicos o ingenieros a la vez que artistas, fuese del pincel o de la palabra escrita. Desde aquí retomamos esa idea: en un ámbito que requiere de una alta especialización es posible reivindicar la diversidad de especialidades siempre y cuando el objetivo sea la excelencia en las diferentes ramas que se practican. Por ello, la filosofía de Vitruvian Life Sciences Translations se basa en el rigor tanto en la ciencia como en la palabra, sin que ello represente un menor conocimiento en los campos que se practican. Es cierto que por un lado esta noción nace de la necesidad personal de asimilar mi faceta como traductora médica con los ámbitos de la escritura y la traducción editorial, pero también proviene de la firme creencia de que esa integración no implica una pérdida de la calidad en el trabajo, sino al contrario: el conocimiento es conocimiento y se alimenta a sí mismo aunque, obviamente, cuando toca estudiar sobre cuestiones determinadas es necesario centrarse en un tema concreto, lo cual es especialmente necesario cuando traducimos medicina pero no somos médicos.
La glosa fagocita es un juego de palabras que hace un uso deliberado de su etimología griega (predominante en la terminología médica). Por un lado, «glosa» es una palabra que procede del griego antiguo γλῶσσα y que significa «lengua», aunque en este caso no se refiera al órgano muscular presente en el suelo de la boca (en este caso, su procedencia etimológica sería del latín lingua) sino al «sistema de comunicación verbal propio de una comunidad humana y que cuenta generalmente con escritura» (RAE). Si bien en español esta acepción mantiene su origen etimológico latino, en griego moderno sirve tanto para referirse al órgano como a la lengua empleada por una comunidad de hablantes. En el español actual, el término «glosa» cuenta con numerosas acepciones, alguna de ellas relacionadas con la literatura. Pero a mí me ha gustado especialmente, para la relación que la palabra tiene con este blog, la segunda acepción que ofrece la RAE: «Explicación o paráfrasis de una expresión o de un texto de cierta complejidad».
Bien sabemos que el verbo «fagocitar» en español hace referencia a la «endocitosis de sustancias particuladas (bacterias, cuerpos extraños, células, etc.) por los fagocitos y otras células con capacidades ameboides» (DTM), pero la RAE también le atribuye la acepción de «absorber» en el sentido de «subsumir o incorporar». De este modo, La glosa fagocita permite la evocación de diferentes combinaciones semánticas en las que he encontrado diversión y que me remiten tanto al lenguaje como a la ciencia.
¿Qué encontraréis en este blog? Para empezar, todos los meses crearé una entrada de lo que será un glosario de términos de medicina poética, es decir, terminología médica que me resulta interesante y hermosa, bien por su origen etimológico, por su fonética o por sus particularidades. Además de ello, podréis encontrar reseñas de libros de traducción, entradas sobre aspectos de mi experiencia como traductora profesional, recursos de lengua, algunas novedades sobre Vitruvian Life Sciences Translations y mucho más.
Así que celebro con alegría este comienzo, con el deseo que este blog pueda ser de utilidad a otras personas y dar pie a diálogo.
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